martes, 23 de febrero de 2016

Armas de influencia: Ley de la autoridad


Ley de la autoridad - Armas de influencia


Hola apreciado lector he vuelto!

Hoy continuamos con nuestra serie armas de influencia y la ley que nos convoca es la ley de la autoridad. La ley de la autoridad no tiene que ver con la coacción o el ejercicio del poder, sino con el aura de credibilidad y de status que la autoridad supone. Tendemos a creer que quienes están en posiciones de liderazgo tienen más conocimiento, más experiencia, o más derecho a opinar.

Según la RAE, la autoridad es el prestigio meritorio de una persona u organización en su calidad o competencia sobre cierta materia. Hay dos elementos importantes que cabe resaltar en esta definición, el primero es el mérito, tú no le concedes autoridad o le crees a cualquier persona, escuchamos las palabras de las personas que a nuestro criterio o el criterio de muchas personas (Ley de la prueba social) son validadas como expertos en sus respectivos campos.

Esto pasa porque estamos condicionados desde pequeños a guiarnos por lo que dicen los expertos. Desde chico te enseñan que cuando te sientes mal debes consultar un médico para que te diga qué tienes y sin meditar ni una palabra de lo que te dice, corres a comprar la droga que te recetó. Este es un ejemplo de condicionamiento por autoridad pero existen muchos más, dichos condicionamientos se extrapolan en todas las facetas de nuestra vida adulta.

Ya en nuestra vida adulta buscamos la validación de personas que a nuestro juicio tienen autoridad para aprobar nuestras acciones. Es un mecanismo inconsciente que los profesionales de la influencia utilizan a su favor para influenciarnos. Lo podemos ver en la publicidad, con sus productos avalados por sociedades de expertos, frases como "el 99% de odontólogos lo recomiendan".

El segundo factor que nos muestra la autoridad es la competencia. Aquellas personas que son competentes o por lo menos muestran competencia en determinada área, los percibimos con mayor autoridad y en consecuencia con mayor influencia.

Cómo podemos mostrar autoridad?

Pues bien, no necesariamente tienes que ser un erudito para aumentar tu influencia, lo bueno de la autoridad es que podemos aparentarla hasta cierto punto. Es ilógico que quieras hablar con autoridad de algo que no tienes idea, por lo que el requisito mínimo es tener un conocimiento base en la materia.

A continuación te mostraré 3 aspectos fundamentales a mi modo de ver, en los que tienes que enfocarte para aumentar tu influencia ahora:
  • Vestimenta y posesiones:

Bien decía Frank William Abagnale en la película “catch me, if you can” (atrápame, si puedes). ¿Sabes por qué los Yankees siempre ganan? , porque los otros equipos no pueden dejar de mirar los uniformes. Y esto se evidencia constantemente en la vida real, si alguien con traje de policía te detiene y te pide tus documentos, en la mayoría de los casos accederías. Por otro lado, si una persona vestida normalmente te dice algo similar simplemente no aguantarías la carcajada, ó tu obedecerías? verdad que no?.
La idea es que tu vestimenta refleje que eres autoridad en algo, los accesorios como relojes, anillos de oro y simbolismo que denoten estatus son una excelente forma de mostrar autoridad.

Sabes porque los hombres con automóviles seducen más fácilmente? Porque los automóviles son símbolos de poder, y la mayoría de las personas se ven atraídas por el poder. Cuida tu imagen personal y los accesorios que te pones. La regla es, vístete un poco mejor que tu público.
  • Lenguaje corporal

El lenguaje corporal es un elemento esencial para proyectar autoridad pero no quiero abrumarte con este tema tan extenso, simplemente listaré los elementos más importantes para que empieces a utilizarlos ahora.

- Mirada: Al hablar debes mirar a los ojos continuamente para dar la percepción de que lo que dices es importante. No mires más de lo normal, la regla es, mantén fija la mirada durante 5 seg y apártala 1 seg. Si estás hablando a un grupo de personas, mira fijamente a cada integrante del grupo por 3 segundos.

- Brazos: Gesticula con tus manos sin parecer sobreactuado, refuerza tus palabras con tus gestos y muestra sutilmente la palma de tus manos en medio de tus ademanes. Evita posiciones cerradas como cruzarse de brazos y lo más importante, no te excedas con esto al punto de parecer artificial o poco natural.

- Piernas: Evita posiciones que carguen tu peso en una de tus piernas, trata siempre de mantener tu peso en tus dos piernas si estas parado, la apertura de tus piernas debe ser del ancho de tus hombros. Si estás sentado evita cruzar tus piernas o moverlas nerviosamente.
  • Comunicación

Este sin duda alguna es el elemento fundamental para construir mayor autoridad en tu trabajo, con tus amigos o tu círculo social. Y es que lo que dices es importante, pero más importante es cómo lo dices, por lo que te mostraré una serie de tips básicos para que mejores este punto ahora.

- Tono de voz: tu tono de voz cuando hablas debe ser grave y con volumen moderado. La mayoría de personas pierde en este punto toda su autoridad porque hablan con un tono agudo al final de sus frases, es como si siempre preguntaran continuamente, suenan inseguros de lo que dicen y eso destruye su influencia. La idea es tener la voz de un emperador, imagínate que eres el emperador Alejandro Magno. Cómo hablarías?

- Entonación: Habla con énfasis en lo que dices, entona las palabras importantes de tu discurso. Un buen ejercicio es leer un periódico dramáticamente, como si le estuvieras contando un cuento a un niño.

- Volumen: Tu volumen debe ser un poco más alto que el de los demás, no quiero decir que grites pero si debes imprimir un poco de fuerza a tu voz. Este punto requiere práctica y mucha calibración.

- Pausas: Al hablar debes incluir pausas cada cierto tiempo. Una pausa es no decir nada durante 1 o 2 segundos. Esto ayuda a que las personas que te escuchan asimilen tu mensaje e inconscientemente te perciben como alguien que domina el tema. Un excelente ejercicio es leer en voz alta y hacer caso a todos los signos de puntuación del texto.

- Evita las muletillas: normalmente cuando hablamos tenemos muletillas que nos restan credibilidad. Muletillas como ehh, mmm, ahhh , este, son muletillas fastidiosas y minan la autoridad que poseemos. Desde ahora reemplaza tus muletillas por pausas para que esta pausa te permita pensar en lo que estás diciendo y no alimentes tu nerviosismo.

La autoridad que proyectes es la piedra angular de tu influencia, debemos pues desarrollar un prestigio de persona digna de ser escuchada para luego enviar un mensaje poderoso.

Aunque no muchas veces cuestionamos la autoridad te invito a que dudes un poco de lo que te dicen los “expertos”, no tragues entero y recuerda que los médicos también se enferman.


Carpe diem seductor.


Hasta la próxima!

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